´´CONVENTOS Y HACIENDAS DE MORELOS´´
Conventos
morelenses, patrimonio de la humanidad. Su relevancia como centros de
evangelización durante la
colonia y su actual valor cultural
Los
primeros conventos en territorio morelense se edificaron durante el siglo XVL,
como parte de la labor de evangelización de tres órdenes religiosas, principalmente: los
franciscanos, los agustinos y los dominicos. Estos misioneros emprendían la terea de sustituir los cultos
prehispánicos por la
religión católica. Con ese fin, levantaron varios
de sus templos sobre las ruinas de los antiguos centros ceremoniales indígenas.
En
Morelos existen 28 conventos edificados el siglo XVL; en 1994 la UNESCO designo a 11 de ellos como
patrimonios de la humanidad, ya que representan una aportación valiosa a la cultura universal y,
por lo tanto, se considera que deben ser conservados y protegidos.
Destacan,
por ejemplo, los amplios atrios que se inspiraron en la tradición religiosa de nuestros antepasados
indígenas,
acostumbrados a organizar rituales y ceremonias en los grandes espacios a cielo
abierto situados frente a las plazas prehispánicas.
·
Conventos construidos por los frailes dominicos: La
Natividad, en Tepoztlán; Santo
Domingo, en Hueyapan.
·
Conventos construidos por los frailes agustinos: San
Juan Bautista, en Tlayacapan, San Guillermo, en Totolapan: San Mateo, en
Atlatlahucan; San Juan Bautista, en Yecapixtla;
Santiago Apóstol, en
Ocuituco y La Inmaculada Concepción, en
Zacualpan de Amilpas.
·
Convento construido por los frailes franciscanos: La
Asunción, hoy
catedral de Cuernavaca.
Esos
conventos se distinguen por sus pinturas murales, principalmente sobre las
paredes y bóvedas, aunque
también las
encontramos en los claustros, las
capillas abiertas y en las celdas o habitaciones de
los monjes. Las pinturas representan imágenes
de los fundadores de las órdenes
religiosas que llegaron a México
durante la colonia y, sobre todo, escenas tomadas de pasajes bíblicos
que se utilizaban como material didáctico
para la evangelización de los indígenasConventos
morelenses, patrimonio de la humanidad. Su relevancia como centros de
evangelización durante la
colonia y su actual valor cultural
Los
primeros conventos en territorio morelense se edificaron durante el siglo XVL,
como parte de la labor de evangelización de tres órdenes religiosas, principalmente: los
franciscanos, los agustinos y los dominicos. Estos misioneros emprendían la terea de sustituir los cultos
prehispánicos por la
religión católica. Con ese fin, levantaron varios
de sus templos sobre las ruinas de los antiguos centros ceremoniales indígenas.
En
Morelos existen 28 conventos edificados el siglo XVL; en 1994 la UNESCO designo a 11 de ellos como
patrimonios de la humanidad, ya que representan una aportación valiosa a la cultura universal y,
por lo tanto, se considera que deben ser conservados y protegidos.
Destacan,
por ejemplo, los amplios atrios que se inspiraron en la tradición religiosa de nuestros antepasados
indígenas,
acostumbrados a organizar rituales y ceremonias en los grandes espacios a cielo
abierto situados frente a las plazas prehispánicas.
·
Conventos construidos por los frailes dominicos: La
Natividad, en Tepoztlán; Santo
Domingo, en Hueyapan.
·
Conventos construidos por los frailes agustinos: San
Juan Bautista, en Tlayacapan, San Guillermo, en Totolapan: San Mateo, en
Atlatlahucan; San Juan Bautista, en Yecapixtla;
Santiago Apóstol, en
Ocuituco y La Inmaculada Concepción, en
Zacualpan de Amilpas.
·
Convento construido por los frailes franciscanos: La
Asunción, hoy
catedral de Cuernavaca.
Esos
conventos se distinguen por sus pinturas murales, principalmente sobre las
paredes y bóvedas, aunque
también las
encontramos en los claustros, las
capillas abiertas y en las celdas o habitaciones de
los monjes. Las pinturas representan imágenes
de los fundadores de las órdenes
religiosas que llegaron a México
durante la colonia y, sobre todo, escenas tomadas de pasajes bíblicos
que se utilizaban como material didáctico
para la evangelización de los indígenas
Haciendas de
Morelos
Las haciendas. Su importancia económica durante la época colonial y su uso actual
Las haciendas también se consideran patrimonio heredado de
la Colonia. Su aparición
en el paisaje morelense, entre las
grandes extensiones de cultivos, principalmente
de caña de azúcar, fue reflejo de la transformación radical que se generó desde ese entonces. Se convirtieron en verdaderos centros del poder
económico y, por
consecuencia, político.
Allí muchas veces
se decidió el destino de
las comunidades rurales y el de sus pobladores.
En nuestros días existen desde algunos viejos cascos
de haciendas en ruinas, hasta otras finalmente conservadas. Algunas de ellas
datan del siglo XVL,
Cuyo cultivo y procesamiento se requerían otras instalaciones: los apantles o
canales para regar los campos, así
como los acueductos, impresionantes construcciones que aún existen; a través
de estos se conducía
el agua hacia la hacienda. Con la corriente
que llevaban se hacía
funcionar una gran rueda hidráulica
que, a su vez, movía
el molino en el que se trituraba la caña.
El edificio donde se instalaba el
molino se llamaba casa de molienda, o trapiche. Al lugar donde el jugo de la caña se vertía en grandes ollas sobre varios hornos
con sus respectivas
chimeneas se le conocía
como casa de calderas.
Las
haciendas fueron muy importantes debido a la modernización que trajeron y la actividad
económica que surgió a partir de ellas.
Actualmente varias de esas haciendas se han
conservado como propiedad privada de algunas familias, pero otras constituyen
una más de las atracciones turísticas
que ofrece nuestra entidad,
pues están convertidas en
balnearios u hoteles que sus visitantes admiran y disfrutan debido a su belleza
arquitectónica.